Los
mecanismos biológicos adaptativos que "defienden" el peso | 13 ABR 15
Las
estrategias para el descenso de peso deben considerar los mecanismos biológicos
que se oponen a ello.
Autor:
Christopher N Ochneremail , Adam G Tsai , Robert F Kushner , Thomas A
Wadden Fuente: The Lancet Diabetes & Endocrinology Volume 3, No. 4,
p232–234, April 2015 DOI: http://dx.doi.org/10.1016/S2213-8587(15)00009-1
Muchos
médicos no están adecuadamente informados de los motivos por los que los
individuos con obesidad luchan para lograr y mantener la pérdida de peso,1
y esta mala conciencia se opone a la prestación eficiente de las
intervenciones.2
Con
independencia del peso inicial, la restricción calórica desencadena varias
adaptaciones biológicas diseñadas para evitar el hambre y la desnutrición.3
Estas adaptaciones pueden ser tan potentes como para socavar la eficacia a
largo plazo de la modificación del estilo de vida en la mayoría de los
individuos con obesidad, sobre todo en un ambiente que promueva el consumo
excesivo de energía.
Sin
embargo, no son las únicas presiones biológicas que se deben superar para un
tratamiento exitoso. También se producen adaptaciones biológicas adicionales
con el desarrollo de la obesidad y éstas funcionan para preservar o incluso
aumentar el peso corporal de por vida en un individuo. Por ejemplo, se produce
la proliferación de preadipocitos que aumentan la capacidad de almacenamiento
de grasa. Además, con el consumo excesivo y crónico de alimentos agradables al
paladar se desarrolla una habituación a las señales de recompensa de la
dopamina neural lo que lleva a un déficit de la recompensa percibida y a
aumentos compensatorios del consumo.4
Es
importante destacar que estas últimas adaptaciones no se observan típicamente
en individuos que tienen sobrepeso, se producen sólo después de que la obesidad
se ha mantenido durante cierto tiempo.3 Por lo tanto, la mejora
del estilo de vida puede ser suficiente para producir reducciones en el peso
corporal antes de que la obesidad sea sostenida en el tiempo. Una vez
establecida la obesidad, sin embargo, el peso corporal parece ser biológicamente
sellado y defendido. Por lo tanto, la mera recomendación de evitar alimentos
densos en calorías podría no ser más eficaz para el paciente típico que busca
la reducción de peso de lo que sería una recomendación de evitar los objetos
afilados para alguien que está sangrando profusamente.
La
evidencia sugiere que estas adaptaciones biológicas a menudo persisten
indefinidamente, incluso cuando una persona alcanza un IMC saludable a través
del cambio conductual inducido para la pérdida de peso.3
Más evidencia
indica que la presión biológica para restaurar el peso corporal al nivel más
alto sostenido se hace más fuerte a medida que aumenta la pérdida de peso.5
Por lo tanto, se sugiere que pocas personas alguna vez realmente se recuperan
de la obesidad; las personas que antes tenían obesidad, pero que son capaces de
volver a alcanzar un peso corporal saludable a través de la dieta y el
ejercicio todavía tienen una "obesidad en remisión" y son
biológicamente muy diferentes de los individuos de la misma edad, sexo y
peso corporal que nunca tuvieron obesidad.
Estas
adaptaciones biológicsd deben ser abordadas en la mayoría de las personas para
lograr una pérdida de peso sostenida a largo plazo. Creemos que estos
mecanismos explican en gran medida las pobres tasas de éxito obtenidas con la
modificación del estilo de vida y obligan a los médicos a ir más allá de las
meras recomendaciones de comer menos y moverse más.
Dado que
la obesidad sostenida es en gran parte una enfermedad mediada biológicamente,
es más probable que se necesiten intervenciones basadas en esa biología para
contrarrestar las adaptaciones compensatorias que mantienen el mayor peso
corporal en la vida de un individuo.
Por
ejemplo, la terapia de sustitución de leptina puede normalizar las reducciones
inducidas por la dieta en el gasto de energía y en la respuesta neural.6
Sin embargo, la comercialización de la terapia de reemplazo con leptina aún no
han tenido éxito.
Las
intervenciones con base biológica actuales comprenden medicamentos contra la
obesidad, la cirugía bariátrica y, el más reciente desarrollo, el bloqueo del
nervio vago intra-abdominal intermitente. Los perfiles de riesgo-beneficio de
los fármacos contra la obesidad y de los procedimientos bariátricos han
mejorado en los últimos años; sin embargo, a largo plazo (> 2 años) los
datos de los medicamentos recientemente aprobados aún están pendientes. Las
pruebas iniciales sugieren que estos nuevos fármacos podrían tener: ya sea una
menor tasa de efectos secundarios (Lorcaserin) o una mayor eficacia (fentermina
/ topiramato de liberación prolongada y bupropión / naltrexona) en relación a
los tratamientos farmacológicos previos.7 8. Sin embargo, no se han
hecho comparaciones empíricas.
Liraglutida,
un péptido-1 agonista del receptor de tipo glucagón inyectable, también fue
recientemente aprobado para el control de peso a largo plazo.
Por
último, el bloqueo del nervio vago utiliza un dispositivo similar a un marcapasos
implantado para bloquear de forma intermitente la señalización en el eje
intestino-cerebro a través del nervio vago abdominal (dispositico Maestro).
Estas
intervenciones no corrigen permanentemente las adaptaciones biológicas que
socavan los esfuerzos para lograr una pérdida de peso saludable, pero lo hacen
mientras se usan, alterando la señalización neuronal y hormonal asociada con el
apetito para reducir el hambre y la ingesta de calorías, y pueden producir una
reducción de peso del 4-10%. Los datos también sugieren que la combinación de
fármacos contra la obesidad con la modificación del estilo de vida más intenso
probablemente aumenta la tasa de pérdida de peso.
Las
opciones quirúrgicas más comunes para la obesidad extrema incluyen la
derivación de Roux-en-Y gástrica, la gastrectomía en manga, y la banda gástrica
ajustable. Se ha reportado una pérdida de peso considerable (aproximadamente el
25% de peso corporal inicial para el bypass gástrico Roux-en-Y) en hasta 20
años de seguimiento.10 Además, el bypass gástrico corrige los
cambios inducidos por la obesidad en los perfiles hormonales11
relacionados con el apetito y con la capacidad de respuesta neural,12
lo que podría explicar por qué la cirugía bariátrica es el único
tratamiento disponible para mostrar la eficacia a largo plazo.
Aunque útiles, las intervenciones basadas en la biología disponibles no son universalmente eficaces para contrarrestar la interacción de la obesidad con una predisposición biológica para el almacenamiento de energía y un ambiente que promueva el alto consumo. Hasta que se puedan hacer cambios sustanciales en el entorno de la alimentación y en la actividad, la obesidad debe ser tratada como una enfermedad crónica y a menudo resistente al tratamiento, como una enfermedad médica con bases biológicas (y de comportamiento).
Aunque útiles, las intervenciones basadas en la biología disponibles no son universalmente eficaces para contrarrestar la interacción de la obesidad con una predisposición biológica para el almacenamiento de energía y un ambiente que promueva el alto consumo. Hasta que se puedan hacer cambios sustanciales en el entorno de la alimentación y en la actividad, la obesidad debe ser tratada como una enfermedad crónica y a menudo resistente al tratamiento, como una enfermedad médica con bases biológicas (y de comportamiento).
En
concreto, los médicos deben ser proactivos en el tratamiento y en la prevención
de la obesidad con los pacientes que tienen sobrepeso y, para aquellos que ya
han sufrido obesidad, los médicos deben poner en práctica un enfoque de
tratamiento multimodal que incluya intervenciones de base biológica como
la farmacoterapia y la cirugía cuando resultan apropiadas.13
La
relación riesgo-beneficio de estos tratamientos con base biológica debe
establecerse para cada paciente y se deben sopesar los riesgos potenciales que
plantean los trastornos comórbidos asociados. Se recomienda el uso de la
modificación del estilo de vida para tratar a personas con obesidad sostenida,
pero debe ser solo un componente más de una estrategia de tratamiento
multimodal.
También
es importante que los médicos tengan en cuenta que las pérdidas de peso de sólo
5 a 10 % del peso corporal inicial son suficientes para obtener
reducciones clínicamente significativas en los biomarcadores relacionados con
el peso, a pesar de que este nivel de pérdida de peso podría ser decepcionante
para algunos pacientes con impulsados por metas estéticas.
Por
último, animamos a los clínicos para monitorear el progreso de la pérdida de
peso de los pacientes y a adaptar las estrategias de tratamiento en el tiempo.
Se deben desarrollar en todos los casos planes específicos para mantener el
peso perdido Por ejemplo, una persona puede tener inicialmente éxito en
perder peso con la modificación del estilo de vida, pero necesita tratamiento
farmacológico para mantener la pérdida de peso clínicamente significativa.
Ver panel
para un resumen de las recomendaciones para la prevención y tratamiento de la
obesidad, y el recientemente publicado informe del NIH14 con un grupo de
recomendaciones para el mantenimiento de la pérdida de peso.
Instamos
a los profesionales de la comunidad médica y científica a buscar una mejor
comprensión de los factores biológicos que mantienen la obesidad y a acercarse
a ella como una enfermedad que no se puede prevenir o curar con fiabilidad con
los métodos actuales de primera línea disponibles.
Recomendaciones
Prevención
•
Abordar proactivamente la prevención en pacientes con sobrepeso. La
obesidad es mucho más difícil de abordar, una vez establecida y, por lo
tanto, los médicos deben hacer frente a la importancia de una nutrición
adecuada y a la actividad física antes del desarrollo de la obesidad.
• Concéntrese
en el estilo de vida. Debido a que varias adaptaciones biológicas que
conservan mayor peso corporal de por vida no parecen ocurrir hasta que se
establece la obesidad, las intervenciones conductuales validadas podrían ser
suficientes para regular el peso corporal.
• Continuar
monitoreando el progreso y ajustar la estrategia. Las estrategias deben
ser continuas y tener en cuenta el hecho de que el mantenimiento de la
pérdida de peso es más difícil que la pérdida de peso. Formular una
estrategia específica y proporcionar recursos para el mantenimiento de la
pérdida de peso a los pacientes que tienen sobrepeso y son capaces de lograr
la pérdida de peso a través de la modificación del estilo de vida.
Tratamiento
•
Animar a los pacientes con obesidad a considerar el tratamiento, incluso si
la obesidad no es la principal queja. Abordar el aumento del riesgo de
enfermedades graves y las opciones de tratamiento que se ofrecen.
•
Considere la posibilidad de intervenciones de base biológica. Es probable que
sea insuficiente la modificación de estilo de vida solo. Considere
medicamentos o cirugía solo cuando sea apropiado.
•
Implementar una estrategia de tratamiento multifacético. Construir un plan de
tratamiento individualizado que involucre a diferentes tratamientos que
pueden incluir las dietas altamente estructuradas, una dieta alta en
proteínas, el aumento de la actividad física, las drogas y la cirugía
bariátrica.
•
Recomendar la cirugía cuando sea apropiado, ya que la cirugía bariátrica es
el único tratamiento eficaz a largo plazo disponible para la obesidad.
Intento de modificación de estilo de vida muy estructurado y discutir la
farmacoterapia primero. Los pacientes en los que el cambio de estilo de vida
no sea exitoso, particularmente aquellos con obesidad clínicamente severa,
deben ser informados sobre los riesgos y beneficios potenciales de la cirugía
bariátrica.
•
Continuar monitoreando el progreso y ajustar la estrategia de tratamiento
según sea necesario. Formular una estrategia específica y proporcionar
recursos para el mantenimiento de la pérdida de peso. La medicación puede ser
considerada cuando los esfuerzos de pérdida de peso a través del
comportamiento disminuyen.
•
Informar a los pacientes de los desafíos para el mantenimiento de pérdida de
peso. Los pacientes que logran una pérdida significativa de peso a través de
cambios de estilo de vida pueden llegar a ser metabólicamente más eficientes
y tendrán que ingerir hasta 300 calorías menos (o quemar hasta 300 calorías
más) por día que alguien de su mismo peso que nunca tuvo obesidad, sólo para
mantener ese peso. Informar a los pacientes acerca de los poderosos
mecanismos biológicos fomentan la recuperación del peso y del uso de
tratamientos con base biológica (por ejemplo, drogas) y que ello no es un
reflejo de la voluntad débil.
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