Los progresos logrados y sus límites, sumados a los cambios experimentados en la situación epidemiológica, obligan hoy a afinar y a robustecer las respuestas correspondientes. Además, los esfuerzos realizados en el mundo del trabajo deben ubicarse en un contexto mucho más amplio y coordinarse estrechamente con las respuestas en un frente más extenso.
Tendencias relativas al VIH/SIDA a escalas regional y mundial . Pese a las prometedoras novedades registradas en los últimos años, entre ellas, mayor acceso a programas eficaces de tratamiento y prevención, sigue aumentando el número de personas que viven con el VIH, a la par que el número de vidas segadas por el SIDA. Según se verá más adelante, en la mayoría de los países han progresado los esfuerzos para afrontar la epidemia, pero éstos suelen beneficiar tan sólo a parte de la población y omitir a menudo a los más necesitados de prevención, tratamiento, atención y apoyo.
Evidentemente, la situación varía según las regiones. Desde que en el año 2001 se publicó el Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT, en todo el mundo ha aumentado el número de adultos de edades comprendidas entre los 15 y los 49 años y de niños menores de 15 años que viven con el VIH/SIDA. De 29 millones, en 2001, pasó a totalizar en efecto más de 33 millones en 2007, lo cual representa un incremento del 14 por ciento. Según las estimaciones más recientes, durante el referido sexenio el número de personas que vivían con el VIH aumentó en todas las regiones del mundo. Los mayores incrementos se dieron en Asia Oriental, donde casi se duplicó la cifra, y en Europa Oriental y Asia Central, donde en 2007 la cifra registrada en 2001 se había multiplicado, según las estimaciones, en más del 250 por ciento. 1 ONUSIDA y OMS: AIDS Epidemic Update: December 2007, diciembre de 2007, disponible en la dirección siguiente: www.unaids.org/; y OMS, ONUSIDA y UNICEF: Towards Universal Access: Scaling up priority HIV/AIDS interventions in the health sector: Progress Report, abril de 2007. Disponible en la dirección siguiente:
www.who.int/hiv/mediacentre/universal_access_progress_report_en.pdf. l VIH/SIDA y el mundo del trabajo 6 H:\Word\Spanish\Confrep\ILC98(2009)\IV(1)\ILC98-IV(1)-2007-10-0276-49-Sp.doc 17.
También se estima que durante ese período el número total de adultos y niños que vivían con el VIH en el Africa Subsahariana pasó de 20,9 millones, en 2001, a 22,5 millones, en 2007. Esta la región sigue siendo hoy la región más azotada por la epidemia; en ella se concentran más de dos tercios del número de adultos (un 68 por ciento) y la inmensa mayoría de los niños (casi un 90 por ciento) que viven con el VIH en el mundo, pero también en el Africa Meridional se ve muy afectada (al sumar un 35 por ciento del número total de las personas que viven con el VIH en el mundo entero).
En 2001 se registró en el Africa Subsahariana un número de muertes por SIDA desproporcionadamente mayor (más de un 82 por ciento de todas las muertes en el planeta). Sin embargo, en 2007 el porcentaje mundial de muertes registrado en la región había declinado al 76 por ciento, tras aumentar el acceso al tratamiento, pese a lo cual sigue siendo excesivo el número de personas que viven con el VIH en el Africa Subsahariana. Se informa de que el VIH está hoy menos presente en varios países del Africa Subsahariana, y esta tendencia debería mantenerse, acelerarse e incluso generalizarse en todos los países de la región, hasta difundirse lo suficiente como para atenuar el impacto global que tiene la epidemia en la zona.
Entre 2001 y 2007, el número de personas que vivían con el VIH en el Asia Meridional y Sudoriental aumentó en un 14 por ciento, es decir, al ritmo de incremento medio registrado a escala mundial. América Latina, Europa Oriental y Central, el Caribe y América del Norte son tres regiones donde el número de personas que vivían con el VIH aumentó algo más, en alrededor de una quinta parte (un 23 por ciento, un 23 por ciento un 21 por ciento y un 18 por ciento respectivamente).
En Oriente Medio y en Africa del Norte las cifras ascendieron en más de una cuarta parte (un 27 por ciento), mientras en Oceanía se triplicó, aunque el número de adultos y niños que viven con el VIH sigue siendo hoy bajo en términos absolutos. . Durante el mismo período, la proporción de mujeres adultas que vivían con el VIH y eran mayores de 15 años se mantuvo en general estable, en alrededor de un 50 por ciento. Se estima que a finales de 2007, 15,4 millones de mujeres y otros tantos hombres vivían con el VIH, frente a 13,8 millones y 13,7 millones respectivamente en 2001, lo cual representa un incremento que ronda el 12 por ciento en ambos casos.
En cambio, la proporción de mujeres que vivían con el VIH en el Africa Subsahariana, que rebasaba el 50 por ciento en 1990, incluía el 60 por ciento de todos los adultos que vivían con el VIH desde 2000. Ello significa que en el Africa Subsahariana hay 15 mujeres con VIH por cada diez hombres igualmente infectados. En las demás regiones del mundo la proporción de mujeres que viven con el VIH sigue en aumento. En el Caribe, un 43 por ciento de los adultos que viven hoy con el VIH son mujeres, lo cual representa un aumento de hasta cinco puntos porcentuales desde 2001. Durante el mismo período, en toda Asia la proporción de mujeres pasó de alrededor de un 26 a un 29 por ciento, mientras en Europa Oriental y Asia Central pasó de alrededor de un 23 a un 26 por ciento. En los últimos años, el acceso al tratamiento y a los cuidados aumentó en el mundo entero, lo cual generó más ventajas considerables para los beneficiados por este acceso.
En el año que medió entre finales de 2005 y finales de 2006, más de un 50 por ciento adicional de personas necesitadas de medicinas antirretrovíricas (ARV) las consiguieron, lo cual representó un aumento de alrededor de 1,3 millones a 2 millones de personas en el mundo entero. Sin embargo, a finales de 2006 tan sólo el 28 por ciento de todas las personas necesitadas de tratamiento en el mundo entero lo lograron. Esta cobertura aumentó un tanto más en algunas regiones (al 72 por ciento en América Latina), si bien en otras el nivel permaneció muy por debajo de la media mundial (aumentó a un 6 por ciento en Oriente Medio y en Africa del Norte, y a un 15 por ciento en Europa Oriental y l VIH/SIDA y el mundo del trabajo H:\Word\Spanish\Confrep\ILC98(2009)\IV(1)\ILC98-IV(1)-2007-10-0276-49-Sp.doc 7 Asia Central). La mayor población así atendida estaba en el Africa Subsahariana, donde el número de personas que recibieron ARV pasó de 810.000 a 1.344.000, y la cobertura se situó a finales de 2006 en una media mundial del 28 por ciento.
Tendencias registradas en el mundo del trabajo
Según las últimas estimaciones referentes a la presencia del VIH, a finales de 2007 más de 33 millones de adultos de edades comprendidas entre los 15 y los 49 años vivían con ese virus 3 . Aunque el grueso de la población en edad de trabajar y de la fuerza de trabajo se sitúa en la franja de edad comprendida entre los 15 y los 49 años, de las estimaciones sobre la presencia del VIH se excluyen las personas que viven con el VIH y entran en la franja de población de edades comprendidas entre los 50 y los 64 años que aún trabaja, y que en muchos casos también forma parte de la fuerza de trabajo. Por tanto, en las estimaciones actuales y mundiales del número de adultos que viven con el VIH se infravalora el número de personas que están en edad de trabajar y viven con el VIH. Del mismo modo, suponiendo que todos los adultos y la mayoría de los jóvenes estuviesen económicamente activos en alguna medida, aun siendo su contribución económica difícil de evaluar en términos económicos convencionales, el número total de personas productivas que viven con el VIH se acercaría probablemente al número total de personas en edad de trabajar y superaría el número de miembros integrantes de la fuerza de trabajo, en particular de trabajar una proporción considerable de la población en la economía informal o existir posibilidades de subestimarse la fuerza de trabajo (véase el apartado siguiente). Ello evidencia que para poder determinar con mayor realismo el impacto que la epidemia del VIH tiene en el mundo del trabajo es preciso contabilizar también el número de adultos de edad más avanzada pero en edad de trabajar.
Además, al ser muchos los adultos que contribuyen de alguna otra manera al funcionamiento de la economía, por ejemplo criando niños, que en su momento también entrarán en la fuerza de trabajo, es importante tener en cuenta el impacto que el VIH tiene en toda la población adulta, y especialmente en las mujeres. Según se indicó anteriormente, la proporción de mujeres que viven con el VIH ha alcanzado un 60 por ciento en el Africa Subsahariana y sigue aumentado en otras regiones. En un informe publicado en 2006, la OIT estimó que la proporción que representaban las mujeres en la fuerza de trabajo que vivía con el VIH era del 41 por ciento
Como a escala mundial la mitad de la población infectada por el virus son mujeres, es probable que éstas figuren cuando menos entre la mitad de la población adulta que no forma parte de la fuerza de trabajo aunque esté en edad de trabajar; algunas tienen más de 49 años de edad y muchas contribuyen de alguna manera a la economía. Los efectos que la epidemia surte en la fuerza de trabajo y en todas las personas que están en edad de trabajar pueden medirse atendiendo al impacto que tienen en el crecimiento económico y del empleo mundiales.
La OIT demostró en 2004, y nuevamente con datos más recientes, en el informe de 2006 citado anteriormente, que la tasa de crecimiento económico registrada en los países muy afectados por el VIH/SIDA había disminuido a causa de las consecuencias que la epidemia había tenido durante al 2 OIT: HIV/AIDS and work: Global estimates, impact on children and youth, and response, ILO/AIDS, 2006. Disponible en la dirección siguiente:
http://www.ilo.org/public/english/protection/trav/aids/publ/global_est06/global_estimates_report06.pdf. 3 ONUSIDA y OMS: AIDS Epidemic update, op. cit. 4 OIT:
HIV/AIDS and work: Global estimates, impact on children and youth, and response, op. cit. l VIH/SIDA y el mundo del trabajo 8 H:\Word\Spanish\Confrep\ILC98(2009)\IV(1)\ILC98-IV(1)-2007-10-0276-49-Sp.doc menos el último decenio en la oferta de mano de obra, la productividad, las inversiones y el empleo. Es con todo factible que las empresas, los hogares, las familias, las comunidades y las economías logren salir del paso en los casos en que los trabajadores con SIDA tienen acceso a medicinas antirretrovíricas eficaces.
El mismo informe de 2006 también demostró, por ejemplo, que los trabajadores con SIDA tratados en 2004 podrían haber trabajado durante 34 de los 54 meses siguientes calculados sobre un promedio mundial, y haber contribuido por tanto en más del séptuplo del ingreso mundial por habitante a la economía mundial por cada 12 meses de supervivencia.
Los beneficios derivados de las medicinas antirretrovíricas habían sido proporcionalmente mayores para el Africa Subsahariana, donde el trabajador medio con VIH/SIDA así tratado podría haber sobrevivido 36 de los 54 meses siguientes, y haber contribuido en el óctuplo del ingreso por habitante del Africa Subsahariana a la economía africana por cada 12 meses de supervivencia.
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